Descripción
La vitamina K es esencial para mejorar asimilación del calcio, promover la formación de los huesos, tejidos y articulaciones, al igual que regular el flujo sanguíneo, controlar el torrente y prevenir la presión arterial o riesgos cardiovasculares.
La vitamina K en nuestro organismo, promueve la liberación de toxinas, al constituirse en un nutriente vital para el mantenimiento del flujo sanguíneo.
Este complejo vitamínico, posee propiedades que le ayudan a atender los procesos inflamatorios que se producen en las articulaciones como producto de enfermedades degenerativas; tal cual artritis reumatoide, que causa dolor, hinchazón y rigidez, generando estados febriles; al igual que extremo cansancio.
Debido a que la misma controla el fluido sanguíneo, también logra regular la hemorragia gastrointestinal producida por los desbalances del sistema, así como también afecciones, como la cirrosis, varices lesionadas; reflujo y ardor.
Evita la aparición de la menorragia sangrado abundante, bien sea por los trastornos hormonales, disfunción de los ovarios, fibromas uterinos, o simplemente por las enfermedades inflamatorias pélvicas.
.-La protección ante el peligro de posibles trombosis o embolias, es una tarea bien atendida por dicho vitamínico, porque interviene en la formación y migración de los temidos coágulos a través de la sangre, permitiéndoles que viajen por las venas, sin que estos afecten el sistema cerebrovascular. Sin embargo, es antihemorrágica.